Un día, dos días, tres días.
Esa nube no se va, ese pensamiento nunca huye. Ideas agonizantes salen de mis labios, nefastos augurios se leen en mis manos y mi llanto callado lamenta el pasado.
Ahora quiero que mis pasos dados se borren, que pare el tiempo, que nada suceda y que todo comience ahora, en este segundo, ya…que nada haya en mi cabeza, [sólo tu recuerdo] nada en mi cuerpo, nada en mi alma… Qué inicie contigo. Sin el peso del destino a mis espaldas.
Un día, dos días, tres días… Que hoy comience mi vida… Hoy seré nuevo… Sólo Señor dame otro día, o dos días, o tres días…
No hay comentarios:
Publicar un comentario