jueves, 1 de abril de 2010

Un día…

Un día, dos días, tres días.

Esa nube no se va, ese pensamiento nunca huye. Ideas agonizantes salen de mis labios, nefastos augurios se leen en mis manos y mi llanto callado lamenta el pasado.

Ahora quiero que mis pasos dados se borren, que pare el tiempo, que nada suceda y que todo comience ahora, en este segundo, ya…que nada haya en mi cabeza, [sólo tu recuerdo] nada en mi cuerpo, nada en mi alma… Qué inicie contigo. Sin el peso del destino a mis espaldas.

Un día, dos días, tres días… Que hoy comience mi vida… Hoy seré nuevo… Sólo Señor dame otro día, o dos días, o tres días…

No hay comentarios: