miércoles, 30 de julio de 2008

Sirviéndome Dios de hoguera... III

Ríes Señor, ríes de los mortales, ríes de mi, de nosotros que somos pequeños, que nada tenemos, y nos sentencias al polvo y al polvo volveremos, y seremos nada...

Por eso un buen cigarro, por eso mi Dios, por eso una buena rabieta y un poco de mezcal, para sentirme poco más de lo que soy, para sentirme mucho más de lo que no soy, por eso mi Dios, para que al pedirte se me olvide que nada me darás, para sentir y escapar del sentirte, para ahorgarme en tu inmensidad y no sentirte en mi pequeñez... para eso y ser nada...

Para eso y volver a la nada señor, al polvo eterno del olvido, para fundirme contigo en la tremenda e insoportable inmensidad de tu ser, porque al sentir, porque al sentirte mi Dios, olvidome que no puedo pedirte, que no puedo tenerte más que en el sentir, pues nada puedo pensarte, pues nada puedo hacerte, pues con el sentirte todo se vuelve nada, me vuelvo contigo y desaparezco... y soy nada...

Mi Dios, embriagarme quiero de ti, para que ni mezcal ni cigarro, ni sentir ni razón, para que todo seas tu y nada sea yo, para borrar mi recuerdo de mi memoria, para borrar mi idea de las ideas... en eso y en nada me vuelvo...

Señor de todos los señores, este que te escribe, humillado te grita que no le dejes por más que debas dejarlo, por más que lo merezca, por más que no puedas no dejarlo, por más que nada sea, ya que nada es y nada eres...  por más que no le escuches, que no puedas escucharlo, que no debas, que no quieras, por más que tu esencia sea una quimera, su quimera convertida en ti... su nada vuelta él...

lunes, 21 de julio de 2008

... Sirviéndome Dios de hoguera... II

Y no vienes aunque te pido, no vienes aunque te imploro, acaso mi señor, ¿quieres que muera por tu encuentro? si en verdad guardo necesidad magnánima de tenerte, no es porque mi vanidad sea grande, no es porque mi amor sea inmenso, sino es por la pobreza en la que vivo, por lo infame de mis actos y lo cobarde de mi corazón, lo vulgar deviene en noble, y de un cuerpo muerto como el mío surge una grande esperanza de encontrarte al fin, en el fin y por el fin de mis días.

Mi Dios! te guardo dos verdades, una que ya conoces y la otra que ahora con mi corazón en la boca te grito, ahora me expío contigo, ahora mi Dios, te pido, te conjuro blasfemando contra ti, te grito con un grito enraizado en los confines de la historia del hombre, enuncio el grito que todos tus hijos desde la primera expulsión te guardan, te pido perdones mi boca, pero no puedo tenerte sino asesinarte intento.

Me has condenado desde años atrás por un pecado que no cometí, me castigas lacerándome por injurias que nunca pronuncié, me has golpeado por los crímenes cometidos por mis hermanos no pedidos y nada puedo yo hacer contra eso, nada puedo pelear contra tu  inmensa justicia, y es que es la única justicia, y aún así no siento que seas justo. Incendio mis ideas y te las entrego como ofrenda, enciendo mis palabras y con ellas quemarte quiero, Señor, escucha a este siervo que te pide, entiende que mucho es lo que tengo y nada de eso te he pedido, Señor, dejame sin nada, que nada quiero yo, Señor, quitame lo que tengo, despojame de lo que deseo, arrebatame lo que pienso... dejame sin nada... ya que nada me das...

En terrible infierno me has dejado, en terrible infierno me has encerrado, y para escaparme pido a mi verdugo, y soy presa de mis pertenencias, soy presa de lo que tengo, y pido para salvarme lo mismo que me mantiene preso...en triste locura me encuentro, pues pido lo que tengo para escaparme de lo que tengo, pido emoción para consumirme, y son ellas las que me encierran, pido palabras para liberarme y son ellas las que revelan mi patética cárcel... te pido mi Dios y eres tu el que ahora ríe de mi.

jueves, 17 de julio de 2008

...Sirviéndome Dios de Hoguera... I

Son las 9:03 de la noche y las cosas no se acomodan, tengo ganas de un cigarro, de una buena rabieta, de un mezcal y de una mentada de madre. Me siento especialmente pulcro, limpio, santo... Demasiado bueno, para ser verdad, para ser siquiera una mentira; las ideas no salen y las emociones mucho menos, quiero explotarlas, pelear, sentir, abrazarlas hasta asfixiarlas, hasta ahogarlas, en mi.

Quizá mañana, aunque no sé, quizá mañana aunque no creo, quizá mañana aunque parece lejano, quizá mañana aunque muera, aunque muera en ese intento, en ese gusto, aunque muera queriendo sentir.

Mi Dios! hasta cuándo habré de esperar!, Hasta cuándo! hasta que muera? hasta que me gaste intentando, esperando? hasta que los años se enfríen en mi piel, en mis ojos? hasta que se agote mi cuerpo y mi alma? hasta que ellos se vayan y yo me quede? hasta que el mismo cansancio que traigo desde el inicio de mis tiempos se hunda en mi última y más larga noche? hasta que perezca mi pequeña esperanza y se consuma mi fe? hasta que ya no tenga nada y me refunda en la incoherencia de mi alma?

Hasta cuándo mi Dios, hasta cuándo? que no sea muy tarde, que no llegue al fin de mis tiempos así, así como ahora, como siempre, que mi último aliento sea distinto, que la negación de mi existencia concluya antes de la última de mis negaciones, de esa negación que terminará con todas, que antes de morir, que antes de ese último aliento todo cambie, que antes de ese, mi último cambio pueda cambiar.

No huyas de mi, mi Dios, no me dejes en esta mortalidad que me arrastra, no me dejes sólo cuando no puedo estarlo, no me dejes, ven conmigo, ya que no puedo ir yo contigo, mi Dios, obligame a tenerte teniendome tu, pido por ti, tenme ahora que no puedo tenerme yo, soportame cuando me caigo en las profundidades de la nada no soportandome.

Ya que nada tengo, te pido a ti.