lunes, 21 de julio de 2008

... Sirviéndome Dios de hoguera... II

Y no vienes aunque te pido, no vienes aunque te imploro, acaso mi señor, ¿quieres que muera por tu encuentro? si en verdad guardo necesidad magnánima de tenerte, no es porque mi vanidad sea grande, no es porque mi amor sea inmenso, sino es por la pobreza en la que vivo, por lo infame de mis actos y lo cobarde de mi corazón, lo vulgar deviene en noble, y de un cuerpo muerto como el mío surge una grande esperanza de encontrarte al fin, en el fin y por el fin de mis días.

Mi Dios! te guardo dos verdades, una que ya conoces y la otra que ahora con mi corazón en la boca te grito, ahora me expío contigo, ahora mi Dios, te pido, te conjuro blasfemando contra ti, te grito con un grito enraizado en los confines de la historia del hombre, enuncio el grito que todos tus hijos desde la primera expulsión te guardan, te pido perdones mi boca, pero no puedo tenerte sino asesinarte intento.

Me has condenado desde años atrás por un pecado que no cometí, me castigas lacerándome por injurias que nunca pronuncié, me has golpeado por los crímenes cometidos por mis hermanos no pedidos y nada puedo yo hacer contra eso, nada puedo pelear contra tu  inmensa justicia, y es que es la única justicia, y aún así no siento que seas justo. Incendio mis ideas y te las entrego como ofrenda, enciendo mis palabras y con ellas quemarte quiero, Señor, escucha a este siervo que te pide, entiende que mucho es lo que tengo y nada de eso te he pedido, Señor, dejame sin nada, que nada quiero yo, Señor, quitame lo que tengo, despojame de lo que deseo, arrebatame lo que pienso... dejame sin nada... ya que nada me das...

En terrible infierno me has dejado, en terrible infierno me has encerrado, y para escaparme pido a mi verdugo, y soy presa de mis pertenencias, soy presa de lo que tengo, y pido para salvarme lo mismo que me mantiene preso...en triste locura me encuentro, pues pido lo que tengo para escaparme de lo que tengo, pido emoción para consumirme, y son ellas las que me encierran, pido palabras para liberarme y son ellas las que revelan mi patética cárcel... te pido mi Dios y eres tu el que ahora ríe de mi.

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