Una noche eterna. Oscura donde pequeñas sombras y fantasmas danzan una danza no conocida, no recordada.
Así pasan interminables los días, como noches que no acaban, inacabables sueños que no se sueñan, horas que no se viven, imágenes que no se ven. Sombras, sólo eso, sombras largas y tenebrosas de una vida que nunca quise, borrosas impresiones de sentimientos que nunca tuve, de sensaciones que nunca obtuve, sombras vagas y terribles.
Noche larga, larga esta noche que no acaba. Fantasmas y pesadillas, todos juntos, sin ton ni son, sin sustos o sorpresas, ni llanto ni espanto, son sombras, retazos de ilusiones, pedazos de sinsabores, es la añoranza, la nostalgia.
Larga noche es esta la de mis últimos días. Sin ton ni son. Largas horas oscuras, semi oscuras, donde pequeñas sombras danzan una danza eterna, no recordada ni conocida, sombras de una vida que no recuerdo, de una muerte que no sostengo, danza eterna que no conozco ni recuerdo, ¿es esa la danza de la vida?