lunes, 27 de diciembre de 2010

Sólo unos días.

Sólo unos días… y todo cambia, sólo unos días y todas las teorías sobre la vida y la muerte se derrumban, sólo unos días y una mirada y los odios y rencores se van, huyen de mi, y parecen malos augurios de un pasado que se ha vuelto olvido, pero quién sabe si lo hacen de ti.

Sólo unos días y te vuelves eterno y ligero, y estás y nada más importa. Sólo unos días y te vas, te quedas, y vuelves.

Sólo unos días más y, así será, seremos el sueño de dos adolescentes que quisieron jugar al amor.

Sueños de una vida, de una vida juntos que entre copas de vino y charlas a destiempo se hacen eternos. ¡Pero vida! ¡Qué hemos hecho! A destiempo los odios ya no son odios y tampoco el amor puede ser amor. Sólo unos días, y estuvimos siendo uno.

Sólo unos días y, así será, nos volveremos extrañas personas que nada sabrán de ese pasado que ahora y ayer adornamos con tanto esmero, que ahora y ayer fue tan eterno como nuestro amor. Sólo unos días y nos consumimos en en ese sueño llamado amor.

Sólo unos días y seremos el sueño de dos adolescentes que jugaron al amor.

No hay comentarios: